Todos somos RESILIENTES
¿Sabías que convertir un obstáculo en un reto y transformarse en la versión mejorada de uno mismo para alcanzarlo, ayuda y permite ser capaz de adaptarse para crecer en la adversidad?
¡Así es!
Porque todos poseemos mecanismos psicobiológicos, que nos permiten resistir la presión externa y recuperar el equilibrio cuerpo-mente.
Y… Cómo?
Se refuerza ejercitándola.
Se trata de centrar tu atención en tus fortalezas interiores, en lugar de hacerlo en las áreas de vulnerabilidad, lo que se suelen denominar debilidades o “defectos”.
Durante décadas dentro de la comunidad científica, se ha observado como hay personas que son capaces de afrontar obstáculos sin desmoronarse emocionalmente.
La investigación sobre la resiliencia, asume que los acontecimientos no son traumáticos hasta que los percibimos como tal; es nuestra percepción e interpretación de lo que nos sucede lo que determina la forma en la que experimentamos lo que nos ocurrió.
La resiliencia, es el proceso mediante el cual realizamos nuestra adaptación ante la adversidad, eventos traumáticos, tragedias, amenazas diversas o factores de estrés significativos, como pueden ser los problemas familiares o de interrelaciones personales, situaciones de salud o estresores financieros y laborales.
En definitiva, significa recuperarse o restablecerse después de una experiencia difícil.
Cuando percibimos la adversidad como un desafío y, encontramos una sensación interna de seguridad, emergen nuestras mejores habilidades internas.
En cambio, cuando percibimos la adversidad como una amenaza o un evento potencialmente traumático, suprimimos el mecanismo de crecimiento psicobiológico y causamos un problema persistente que puede conducir a un estado de ansiedad, estrés o depresivo.
Timothy D. Wilson, psicólogo social y escritor estadounidense, explica que así como nuestro sistema inmunológico nos protege de las enfermedades infecciosas, tenemos un «sistema inmunológico psicológico« que puede curar nuestro trauma emocional.
Wilson es mejor conocido por su investigación sobre el inconsciente adaptativo, el autoconocimiento y el pronóstico afectivo.
Junto con Richard Nisbett, Wilson fue autor de uno de los artículos más citados de la psicología, «Contar más de lo que podemos saber: informes verbales sobre procesos mentales«, que demostró la dificultad que tienen los seres humanos para introspectar sus propios procesos mentales.
Según su investigación, nuestro subconsciente utiliza este mecanismo para ayudar a la conciencia consciente a relativizar nuestras experiencias dolorosas, de modo que con el tiempo, el narrador interior comienza a contarnos una historia más placentera.
Así que es momento de comenzar a practicar la RESILIENCIA.
Para ello, aprende a identificar cuáles pueden funcionar en ti y de qué manera pueden formar parte de tu propia estrategia personal para mejorarla.
1.- Establece relaciones interpersonales.
Es fundamental el poder construir relaciones sanas tanto con la familia, como con nuestras amistades y demás personas.
Aceptar ayuda y apoyo de las personas que nos quieren y escuchan, permite proveer modelos a seguir y ofrecer estímulos y seguridad.
Algunas personas encuentran que estar activo en grupos de la comunidad, organizaciones basadas en la ayuda a desfavorecidos, y otros grupos locales les pueden proveer sostén social y les ayudan a tener esperanza.
2.- Evita ver/sentir las crisis como obstáculos insuperables.
Por supuesto que no se puede evitar que ocurran situaciones que producen tensión, malestar interior, aunque si se puede cambiar la manera en que se interpreta y se reacciona ante estas.
Mira más allá del presente y piensa que todo ocurre para algo (un aprendizaje), ya que nada dura para siempre por lo que en el futuro todo mejorará.
Observa si existe alguna forma sutil de sentirte mejor mientras te enfrentas a las situaciones difíciles.
3.- Acepta que el cambio es constante y forma parte de tu vida.
Es posible que como resultado de una situación adversa, no te sea posible alcanzar ciertas metas que te hayas propuesto.
El aceptar las circunstancias que no puedes cambiar, te ayudará a enfocarte en las que sí puedes mejorar.
4.- Enfócate en tus metas.
Desarrolla tu capacidad para hacer planes realistas, concretos y seguir los pasos necesarios para llevarlos a cabo.
Actúa siempre para acercarte a tus metas, aunque percibas que son logros pequeños.
En vez de enfocarte en tareas que parece que no se pueden lograr, pregúntate acerca de las que puedes mejorar hoy y que te van a ayudar a caminar en la dirección hacia la cual quieres ir.
5.- Afronta tus acciones con decisión.
En toda situación adversa, el llevar a cabo acciones decisivas, es mejor que ignorar los problemas y las tensiones y centrarse en desear que desaparezcan. Anímate y elimina el miedo a reflexionar sobre la situación que tienes delante y, en el momento en que creas que has llegado a una conclusión, hazlo, no lo intentes.
6.- Busca nuevas oportunidades para tu autoconocimiento.
En varias ocasiones, como resultado de una lucha interior contra las adversidades, se puede aprender y mejorar sobre el autoconocimiento persona.
Cuando se experimentan situaciones difíciles, muchas veces se experimenta un mejor manejo en las relaciones interpersonales, un incremento en la fuerza personal, aún sintiendo vulnerabilidad y con ello se percibe una mejor autoestima, la espiritualidad se desarrolla desde una perspectiva de mayor apreciación de la propia vida.
7.- Optimiza tus destrezas comunicativas.
Cuanto más desarrolles estas capacidades, mejor resolverás tus conflictos interpersonales y menos carga de estrés recaerá sobre ti.
Resulta de vital importancia comprender como gestionar los sentimientos e impulsos fuertes, permitirse experimentarlos y también reconocer cuando se tiene que evitarlos para poder seguir interactuando de manera sana.
8.- Cultiva una visión positiva con optimismo.
La perfección no existe, ya que todos poseemos puntos fuertes y áreas de mejora.
Por lo tanto, es fundamental aceptarse y quererse tal como se es, confirmar en las propias fortalezas y habilidades para mejorar las capacidades que se tienen como recurso interno.
9.- Acéptate y cuida de ti.
Aplícate “Mens sana in corpore sano”.
Préstate atención, piensa en tus necesidades y deseos, no desde el Ego, sino desde tu autoestima.
Haz ejercicio regularmente, mejora tu nutrición, eliminando comida procesada.
Cuida de ti mismo, de ti misma, ya que redundará en tu propio beneficio tanto en tu salud física como psicológica, ayudando a que afrontes con más entereza aquellas situaciones que requieren de tu resiliencia.
10.- Utiliza la Escritura Terapéutica.
Prueba a escribir sobre tus pensamientos, emociones y sentimientos más profundos, relacionados con aquellas experiencias más traumáticas y otros eventos estresantes de tu vida y que te están causando malestar y desánimo en tu hoy.
A medida que avances en este proceso de introspección sentirás alivio al descargar tanta angustia acumulada y le darás una importancia menor a lo sucedido al observar desde otro ángulo.
Preguntas para tu autoexploración.
Te propongo el siguiente ejercicio, donde deberás responder las siguientes preguntas sobre ti y tus reacciones a los retos que tienes en tu vida y con ello podrás descubrir cómo responder efectivamente a los eventos adversos que se te presenten de aquí en más.
- ¿Qué tipos de eventos me han resultado más difíciles?
- ¿Cómo me han afectado psicológicamente dichos eventos?
- ¿Cuándo me encuentro con estrés, con desesperanza, me ha ayudado pensar en mis seres queridos?
- ¿Cuándo me enfrento a una experiencia problemática y difícil, a quién he recurrido para que me ayude?
- ¿Qué he podido aprender sobre mi mismo/mi misma, y sobre mi relación con los demás, cuando he pasado por circunstancias complicadas?
- ¿Me ha ayudado proporcionar apoyo emocional a otras personas que estaban pasando por una situación similar a la mía?
- ¿He podido superar los obstáculos que han ido apareciendo en mi vida?, y si es así, ¿Cómo los he logrado?
- ¿Cuál es el motor principal que considero que más me ha ayudado a seguir adelante?
Si has podido realizar estos ejercicios, espero que te ayuden a un mejor autoconocimiento.
Y solo por hoy,
¡Sé inmensamente Feliz y que nada ni nadie, te impida serlo!
Hasta la próxima y espero saber de ti.
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¿Me permites que te acompañe?…
Verás que merecerá tu tiempo y tu aprendizaje, el compartir juntos este nuevo sendero.
Autor:
Agustina Gómez Rodríguez
Análisis Grafológico Resolutivo©
Grafóloga Pública – Título Oficial Nº 69.994, Buenos Aires. Argentina.
Grafoanalista Científico Emocional -Diploma de Honor- Buenos Aires. Argentina.
GrafoPsicóloga – Instituto Español de Grafología –SO.ESP.GRAF. Madrid. España. (Especializada en: Selección de Personal, Compaginación de Socios, Equipos)
Técnico en BioProgramación – Licencia Nº 613745, Gijón. España.
Practitioner en PNL, Inteligencia Emocional, Management y Coaching Life & Executive, Universidad Isabel I de Burgos. España.
Posgrado Universitario en Coaching, PNL y Liderazgo de Equipos. Universidad Isabel I de Burgos. España.
Máster Universitario en Coaching, Gestión Emocional y Mindfulness. Universidad Isabel I de Burgos. España.
Máster en Dirección y Gestión Innovadora de RRHH. IEBSchool, Escuela de Negocios. Barcelona. España.
Doctorado en Excelencia en Psicología. UNICLAU LAUDE INTERNATIONAL UNIVERSITY. Miami. U.S.A.
El artículo y el ejercicio propuesto me parecen muy convenientes. Todo lo leído me ha hecho reflexionar sobre mi misma y aquello que todavía no me permite crecer. Puedo decir que soy una persona negativa y pesimista y esto me quita la posibilidad de ser mejor. Es algo que he intentado cambiar pero parece estar muy arraigado en mi persona. En algo sí he avanzado, y es en ver las crisis como desafíos y no como obstáculos insuperables. Pienso que de cada situación difícil enfocada como desafío o reto puedo aprender algo que me ayude a mejorar y a ser más fuerte. No es fácil, pero entiendo que vivimos sumergidos constantemente en el cambio y eso tenemos que aceptarlo. Si no nos adaptamos a los cambios difícilmente podremos sobrevivir en este mundo que transcurre a una velocidad vertiginosa lo que muchas veces no nos permite el autoconocimiento a través de la introspección. Todos miramos hacia afuera por que todo acontece muy rápido y no hay tiempo de mirar hacia adentro.
Con respecto a la resiliencia creo que todos somos resilientes pues de otro modo no podríamos sobrevivir a la velocidad que va el mundo. La resiliencia, así como la adaptación se han convertido en dos mecanismos de supervivencia para el ser humano. Ya yo se trata de estar en un estado de alerta-huida frente una amenaza o peligro natural como lo era en sus inicios, ahora es el mundo mismo, las sociedades actuales y la velocidad con que transcurren lo que nos amenaza constantemente.
Nunca mejor expresado, estimada María Elena.
Hay que seguir navegando en las aguas turbulentas para poder apreciar lo fuerte que se es.
¡Bienvenida al viaje del autoconocimiento!
Agustina, muchas gracias por su respuesta. Me alegró saber que me había leído.
Tengo otras preguntas más puntuales sobre la resiliencia, pero le escribiré a través del foro.
Excelente, María Elena.
Leo y responderé en el Foro.
¡Un feliz día!