“Lo que la mente del hombre puede concebir y creer es lo que la mente del hombre puede lograr” Napoleón Hill
Ser Responsable de nuestros actos, de nuestros pensamientos, es una elección más que una opción.
Estamos acostumbrados a tomar los caminos más fáciles, los conocidos, repitiendo una y otra vez los mismos errores y seguimos reprochando y culpando a las circunstancias, a las otras personas, cuando en realidad somos NOSOTROS hacedores de nuestra vida… Hacedores de nuestro sufrimiento.
Podrás preguntarte:
- ¿Qué me frena?,
- ¿Qué me bloquea?
- ¿Qué es lo que afecta en mis relaciones?
- ¿Por qué no logro controlar mis reacciones?…
Y ello, tiene una respuesta tan sencilla que no logras ver más allá, porque estás acostumbrado/a a las mismas respuestas…
¿Sabías que las emociones no son positivas ni negativas?
Son emociones funcionales y necesarias TODAS.
¡Así es como me lees!
Las emociones son respuestas psicofisiológicas que da nuestro cuerpo ante un estímulo real o imaginado.
Hay muchísimas formas de clasificar las emociones que pueden llegar a crear confusiones y malentendidos.
Aún hoy en día, se sigue pensando y creyendo que hay emociones buenas o malas, emociones positivas o emociones negativas.
Esta es una clasificación que conduce a errores y que emite un juicio de valor hacia lo que sentimos. Además censura cierto tipo de sentimientos y emociones, que son necesarias.
Se suelen indicar como emociones positivas, porque nos producen bienestar y emociones negativas, si bien son funcionales y necesarias, no producen bienestar al experimentarlas.
Las emociones son agradables o desagradables, cada una cumple una función determinada y son necesarias para tu crecimiento emocional.
¿Verdad?
Es importante NO confundir emociones desagradables con emociones negativas.
Las emociones pueden generar sensaciones placenteras, cuando nuestros pensamientos son positivos.
Cada Emoción transmite un mensaje que tienes que descifrar.
Buscar la intención de que estas emociones estén en nuestra vida en este momento va a ser necesario para descifrar el mensaje de las emociones.
Por ejemplo, ¿Para qué estás sintiendo ansiedad? ¿Qué mensaje te quiere transmitir tu cuerpo?
Quizá te está diciendo, que pares un poco de trabajar tanto, o que revises lo que estás haciendo que pueda ser que no quieras realizar en realidad.
Si identificas la intención positiva de cada emoción vas a poder gestionarlas con mayor rapidez.
Por ejemplo:
La Responsabilidad o la libertad, son actitudes que nos permiten sentir una emoción funcional positiva, porque es la actitud que nos produce ese bienestar.
En cambio,
La Irresponsabilidad, trae excusas y por ende sentimos una emoción funcional que nos produce displacer.
A medida que no somos responsables, perdemos control. Nuestro ser interno se desintegra y se fragmenta (Emociones negativas)
Existe una relación directa entre la cantidad de responsabilidad que uno acepta y la cantidad de control que experimentas en tu vida y existe una relación directa entre la cantidad de responsabilidad y control que aceptas y la cantidad de libertad que crees tener.
La Libertad, es un requisito indispensable para la felicidad, una libertad bien entendida, no desmedida, porque donde cada uno hace lo que quiere sin importar lo que siente o quiere quien está a nuestro lado, termina socavando la responsabilidad de la relación y se convierte en irresponsabilidad, trayendo una emoción negativa, como lo es el Reproche.
El reproche mira hacia el pasado, la Responsabilidad mira hacia el futuro.
Desde el REPROCHE, decimos:
¿Quién tiene la culpa? ¿Quién lo hizo?
Y no ofrece absolutamente nada para resolver la situación en la cual estamos sumergidos.
Desde la RESPONSABILIDAD, decimos:
¿Qué podemos hacer desde aquí?
Aporta una sensación de bienestar, percibiendo una EMOCIÓN sanadora y se trabaja desde la RESPONSABILIDAD.
Es importante, Aprender a Gestionar las Emociones (sean desagradables, tóxicas), y comenzar a pensar con RESPONSABILIDAD, utilizando la Ley de sustitución:
Yo soy Responsable, soy Responsable (repitiendo constantemente). Más y más fácil resultará.
Independientemente de lo que suceda consiste en decir:
- Independientemente de lo que suceda sigo siendo una persona valida y útil.
Según la Ley de la Concentración:
“Aquello en lo que uno se centre, crecerá, se refuerza y sigue con vida”.
Las emociones desagradables, son las que nos retienen y la emoción más importante es la DUDA, ya que es la que más destruye al ser humano.
Le siguen el odio, la envidia, el resentimiento y la culpabilidad (Se conocen unas 54 emociones negativas -mal llamadas así-) y estas son las que van a la cabeza de la procesión durante muchos años.
Todos tenemos emociones perjudiciales favoritas (Recuerda que no hay EMOCIONES POSITIVAS y NEGATIVAS, sino EMOCIONES BIEN y MAL GESTIONADAS… y todas se reducen a la IRA, ya sea expresa en forma interna cuando nos damos asco, o en forma externa, cuando se da asco hacia los demás.
¿Qué es lo que alimenta las emociones perjudiciales?
Solo hay dos cosas esenciales para mantener con vida, este tipo de emociones.
La primera, es la JUSTIFICACIÓN. Consiste en decirse a uno mismo que es lo que justifica que se tenga esa emoción.
La segunda es la IDENTIFICACIÓN y consiste en tomar las cosas de manera personal “Se dice que quien actúa como abogado de sí mismo, tiene a un tonto como cliente”
No se puede justificar tanto tiempo, al menos que se tenga una razón y se pueda explicar.
¿Cómo podemos deshacernos de la Justificación?
Dejando de emitir juicios. La biblia dice: “No juzgues y no serás juzgado” La clave consiste en estar abiertos y ser neutrales.
Las emociones perjudiciales, se alimentan cuando nos obsesionamos con ellas y emitimos juicios sobre la situación. Crecen y crecen, hasta que llegan a consumir nuestras mentes.
Por cierto, las EMOCIONES Perjudiciales, son muy frágiles y necesitadas de afirmación, si no se las mantiene vivas, hablando de ellas y cuidando como es debido, se mueren. Es como el fuego, si una chispa cae donde no hay nada, desaparece.
Hay que dejar atrás las cosas negativas que son perjudiciales.
Cambiar la forma en que nos hablamos y les respondemos a los demás.
La gente se “enamora de su sufrimiento” y por ello, es reacia a dejar ese sufrimiento.
¿Quieres seguir viviendo en esta situación?…
Pregúntate:
– ¿Es esta emoción mía?
– ¿Qué me está diciendo esta emoción?
¿Cuánto tiempo queda de vida para seguir sufriendo?
De acuerdo a tu edad y expectativas de calidad de vida en occidente serán… ¿20, 25, 30, 50 años?… ¿Eso quieres para tu vida?
Eres RESPONSABLE de tu elección. ¿Qué harás al respecto?…
La mayoría de las personas no necesitan consejos, solo que les devuelvan sus palabras. Es una tendencia neurótica. Su único interés es que se les escuche.
Hay un dicho muy antiguo que dice:
“No te preocupes de la tendencia universal a dar consejos, porque la tendencia a no seguirlos, es igualmente universal”
Es sensato lo que acabas de leer, aunque cuesta renunciar a las emociones negativas que son en realidad perjudiciales para ti, porque estamos acostumbrados a ellas y cuesta dejarlas.
La existencia de una sola emoción negativa que no abandonemos por el motivo que sea, y el motivo se corresponde al propio ego, hará que se mantenga en el mismo sitio. La vida gira sobre sí misma.
Siempre hay un problema y no se sale de ese círculo.
¿A qué se debe?
Justamente debido a que hay una emoción negativa (perjudicial), atascada y es la emoción del REPROCHE…
Como seres humanos que somos, todos estamos en la misma situación. Tenemos tendencia a llevar cargas, mochilas llenas de piedra, de un lado a otro…
Nos decimos una y otra vez: Los demás nos han hecho daño.
La clave del rendimiento óptimo, la clave del éxito, la clave de la felicidad, consiste en utilizar la Ley de la Sustitución y eliminar esas emociones negativas (perjudiciales).
La primera vez que algo te produzca tensión, di: “YO soy Responsable… soy Responsable… soy Responsable… Soy responsable… Me gusto y soy responsable y NADA en mi exterior va a trastornar mi mente. Me hago cargo de mi vida emotiva”
“NO SE CONSIGUE LO QUE SE QUIERE, SINO LO QUE SE ESPERA”
Fuente: Aporte personal y extraído del Seminario de Brian Tracy
Autor:
Agustina Gómez Rodríguez
Grafóloga Pública – Título Oficial Nº 69.994, Buenos Aires. Argentina.
Grafoanalista Científico Emocional -Diploma de Honor- Buenos Aires. Argentina.
GrafoPsicóloga – Instituto Español de Grafología –SO.ESP.GRAF. Madrid. España.
(Especializada en: Selección de Personal, Compaginación de Socios, Equipos)
Técnico en BioProgramación – Licencia Nº 613745, Gijón. España.
Practitioner en PNL, Inteligencia Emocional, Management y Coaching Life & Executive, Universidad Isabel I de Burgos. España.
Posgrado Universitario en Coaching, PNL y Liderazgo de Equipos. Universidad Isabel I de Burgos. España.
Máster Universitario en Coaching, Gestión Emocional y Mindfulness. Universidad Isabel I de Burgos. España.
Máster en Dirección y Gestión Innovadora de RRHH. IEBSchool, Escuela de Negocios. Barcelona. España.
Doctorado en Excelencia en Psicología. UNICLAU LAUDE INTERNATIONAL UNIVERSITY. Miami. U.S.A.
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